miércoles, 1 de junio de 2011

CONTRATO NUPCIAL Capítulo 1


Lo prometido es deuda.
Aquí estoy con una nueva historia que espero les guste.
Por supuesto es Rating M y los personajes pertenecen a Sthephenie Meyer.

Summary: Edward y Bella se ven envueltos en un matrimonio de conveniencia para beneficiar a las empresas creadas por sus progenitores y amigos desde la infancia.
Rating M.

CONTRATO NUPCIAL


Capítulo 1

No acaba de entender por que mi padre había decidido que esta reunión se celebrara en la sala de juntas de la empresa. Era una sala enorme con asientos como para una veintena de personas o más, probablemente me había quedado corto, solo se utilizaba para las reuniones con los accionistas y sin embargo ahí estaba yo con el contrato en la mano, leyéndolo sin a penas darme cuenta de que lo hacía. Eso era al fin y al cabo ¿no? un simple negocio. Dos grandes fortunas uniéndose entre sí, solo que no éramos empresas que se absorbían o se fusionaban, éramos personas y por eso todo esto habría estado mejor en un pequeño despacho o incluso en casa después de una comida informal, así habría resultado todo algo más fácil, menos forzado.

Estaba sentado de espaldas a la puerta de la sala, en frente mía mi padre Carlisle Cullen, acompañado por nuestro abogado, debería de tener abogado propio, el de mi padre defendía sus intereses y los de la empresa, los míos en absoluto, si no ¿qué estaba haciendo yo aquí? A su lado Charlie Swan, amigos de toda la vida, se conocieron cuando no eran nadie, hombres hechos a sí mismos, habían compartido niñez, universidad, sus caminos en el mundo de los negocios habían sido distintos pero los dos habían triunfado. Charlie era un gran constructor, muy importante y mi padre un hombre de finanzas con suerte, o eso decían. Yo pensaba que se había rodeado de la gente adecuada y había trabajado duro para conseguir la posición que tenía, no creía que tuviera nada que ver con la suerte. Al lado de Charlie, su abogado, solo faltaba ella, la otra parte en este contrato, llevaba 10 minutos de retraso, la esperábamos pacientemente.

  • ¿Por qué no está Emmet aquí?

  • Emmet no tiene partido en esto Edward. - dijo mi padre.

Yo no pensaba lo mismo.

Nuestras familias se conocían también desde siempre. Habíamos pasado incluso las vacaciones de verano en el lago Tahoe varios años juntos. Cuando yo tenía 13, 14 y 15 años, mi hermana Alice 3 años menor, mi primo Emmet 2 años mayor, Bella y yo.

Apenas me acordaba de ella, solo de lo que hacíamos rabiar a las chicas. Las dejabamos encerradas en algún desván o trastero de la casa durante horas, les agujereábamos la barca en la que salían a pasear por el lago, les arrancábamos las cabezas de las muñecas y las sustituíamos por patatas... ellas a su vez urdían planes para vengarse, como aquella vez que yo acabé en el hospital por que rasgaron la soga que empleábamos para colgarnos desde un árbol y lanzarnos al lago. Ese día dio la casualidad de que Emmet y yo decidimos agarrarnos a la vez de la cuerda y lanzarnos juntos al agua y por supuesto nuestro peso la rompió al instante y caímos en el duro suelo de tierra donde asomaban las raíces del gran árbol. Emmet cayó encima mía, ya entonces era mucho más grande que yo y su peso hizo que me rompiera una costilla y la nariz, primero oímos las risas de las chicas y después sus gritos a la vez que los míos, supimos que habían sido ellas, desde entonces odié a Isabella Marie Swan, ya no volví a dirigirle la palabra en lo que restó de vacaciones, ya que me las pasé postrado para que la costilla sanara, la idea de aquello había sido suya.

El año siguiente fue el último verano, en el que todo cambió.

Yo ya tenía 15 años y Emmet 17, ya no nos dedicábamos a comprobar quien meaba más alto ni a fastidiar a las chicas, sobre todo por que aquel verano Bella estaba sola, mi hermana ya con 12 años lo pasó en París en casa de una tía abuela perfeccionando el francés y Bella que acababa de cumplir 11 años creo, se sentía sola, y se dedicaba a jugar, a leer o a tumbarse al sol lejos de nosotros. Pero Emmet después de unos días comenzó a perseguirla, al principio para pasárselo bien e incordiarla pero luego su interés era otro. Yo estaba tremendamente celoso de que le prestara tanta atención a una niña flacucha que ni siquiera había empezado a desarrollarse. Nos considerábamos mayores entonces y pensábamos más en las chicas. Teníamos docenas de revistas pornográficas escondidas en la cabaña de las barcas, y algunas tardes, y muchas noches, las pasábamos allí mirando las fotos de mujeres exuberantes folladas por enormes penes y nos masturbamos juntos, sin embargo al día siguiente él perseguía a Bella e intentaba acorralarla para robarle un beso o dos. Ella parecía destestarle profundamente y le rogaba que la dejase en paz, más de una vez me pedía ayuda, pero nunca se la presté, seguía enfadado con ella por lo del verano anterior y aun más ahora que me robaba la atención de Emmet, el gran oso como lo llamaba ella. Era enorme para su edad, mucho más alto que yo y parecía tener lo menos 20 años, ya por entonces hacía todo tipo de deportes, yo sin embargo aunque empezaba a estirar, era un chico delgaducho y parecía que mi nariz no iba a encontrar suficiente espacio para estar en mi cara.

Un día le pregunté a Emmet por que acosaba a Bella, por qué no la dejaba en paz, que solo era una niña. El me dijo que algún día se casaría con ella y quería dejarle claro que así sería. No podía creer aquello, ese chico que se fijaba en cada trasero que veía, que le encantaban los pechos enormes y sin embargo había decidido que aquella niña desgarbada y sin formas sería su mujer algún día.

Después de aquella declaración las cosas fueron diferentes entre nosotros, yo le dejaba que la persiguiera y me dedicaba a nadar o a explorar el bosque por los senderos con mi bicicleta. Cuando se cansaba de hacerlo me venía a buscar y hacíamos cosas de chicos, pero una tarde mi padre le pilló acorralando a Bella y forzándola a besarla,(o eso me contó él) tuvieron una gran discusión ya que mi padre le dijo que no se volviera a acercar a ella, hasta el día en el que verano tuvo un final repentino y trágico. Los padres de Emmet casi nunca pasaban las vacaciones con nosotros, una semana a lo sumo, viajaban mucho, y aunque Emmet tenía la posibilidad de hacerlo con ellos prefería quedarse con nosotros ya que era hijo único. Pero un día la avioneta en la que viajaban y que les trasladaba del aeropuerto de La república Dominicana hasta su hotel, se estrelló contra una montaña y murieron junto al piloto. Aquel día acabaron nuestros veranos todos juntos, parecía que las desgracias solo habían empezado. Recuerdo como lloraba y buscaba refugio en los pequeños brazos de Bella, no en los míos ni en los de Esme mi madre, solo en los suyos. Bella lloraba también con él, incapaz de servirle como consuelo. Meses más tarde a la madre de Bella, Renée, le diagnosticaban un agresivo cáncer de hígado y moría a los 3 meses. Ya no volvimos a vernos nunca. Charlie se trasladó a Los Angeles y nosotros nos quedamos en Nueva York. Emmet sufrió un cambio brutal y solo se metía en peleas y lo echaron del instituto al que asistía, y más tarde de la universidad, hasta que mi padre harto de sus tonterías lo adoptó, aunque no era necesario ya que era el hijo de su hermano y tenía su tutela, pero le dijo que a partir de entonces él era su padre y no iba a tolerarle ningún exceso y ni que se metiera ni involucrara a la familia Cullen en ningún escándalo. Contra todo pronóstico dio resultado, él se sintió arropado por mi familia ya que en realidad la suya propia nunca le había dedicado ni la mitad de atención que la mía y a partir de entonces volvió a ser el mismo de antes solo que ahora era mi hermano mayor.

  • Creo que Emmet debería estar aquí.

Mi padre me miró con severidad, estaba seguro que sabía lo que yo estaba pensando.

  • ¿Me estoy perdiendo algo Carlisle? ¿Acaso tienes intenciones de compartir a mi hija con tu primo Edward? - dijo Charlie.

  • En realidad no se con quien voy a tener que compartirla y Emmet es mi hermano. - le dije con tono enfadado y a la vez irónico.

  • Edward, ten un poco de respeto- escupió mi padre.

  • No Carlisle déjale que hable, es mejor que las cosas se queden claras antes de que firmen nada ¿a que te refieres con que no sabes con quien vas a compartirla?

  • Creo que sabes a qué me refiero Charlie y estoy de acuerdo contigo en que es mejor aclarar las cosas antes, eso si Bella se presenta, lo cual empiezo a dudar.

  • Se presentará no te preocupes, nos hará esperar y desesperar te lo garantizo, pero vendrá. Y supongo que a lo que te refieres es a los rumores que circulan por ahí de que mi hija es lesbiana ¿no?

  • Charlie, lo siento mucho, no hagas caso de lo que te diga Edward, están sometidos a mucha presión y no.... - Charlie interrumpió con una mano a mi padre.

  • Si, a eso me refiero, no se como voy a poder cumplir mi parte del contrato si es cierto ese rumor.

  • Bueno Edward, sinceramente no creo que lo sea, pero no te lo puedo asegurar 100 x 100, ese trabajo te lo voy a dejar a tí, sin embargo tu fama de mujeriego si parece ser cierta ya que crees todo lo que se publica por ahí sobre mi hija, que tan solo es eso, de ti se dice que te acuestas todos los días con una mujer diferente, tengo que hacerte una reverencia ante tu indiscutible virilidad.

En esos momentos los abogados carraspeaban y mi padre se reía para sí ya que Charlie acababa de dejarme sin palabra.

  • Entonces le concederé el beneficio de la duda ya que eso que has dicho sobre mí para nada es cierto, por salir con mujeres diferentes no quiere decir que acabe con ellas en la cama, me gusta rodearme de belleza solo es eso.

  • ¿Entonces puedes asegurarme que no aparecerá algún bastardo reclamando algo que es mío?

  • Puedes estar tranquilo, ya que estamos siendo sinceros, en mi vida he tenido relaciones sexuales sin protección y no solo para evitar eso que tu dices si no para prevenir ciertas enfermedades, espero que puedas decir lo mismo de tu hija.

  • Te he entregado junto al contrato un informe médico como os pedimos.

  • Bueno Edward si no tienes más dudas termina de leer el contrato por favor - dijo mi padre algo avergonzado.

El ambiente se había puesto algo tenso, pero la verdad es que no era nada fácil, darse cuenta de que parte de tu vida nunca había dejado de estar en las manos de estos hombres.

Hacía casi un mes que su padre le había hecho la propuesta del contrato nupcial con la hija de Charlie, cuando acabó de hablar, a Edward le pareció haber retrocedido en el tiempo y ser un príncipe medieval, pero la manera en que se lo había planteado era como si se tratara de un negocio, jamás podría casarme con una mujer sin saber a ciencia cierta si me quería a mi o a mi dinero así que mientras pudiera seguir llevando mi vida la cosa no pintaba tan mal, era un simple matrimonio de conveniencia nada más, pero entonces recordé lo que Emmet había sentido una vez por ella y quizás la cosa podía cambiar, Emmet ahora era mi hermano, casi con los mismos derechos que yo, él debía casarse con Swan.

Hablé con él en cuanto pude y le conté todo.

  • Ella te gustaba Emmet, podríamos hablar con mi padre y..

  • Olvidalo Eddy.

  • ¡Pero no puedes haber olvidado que la querías para ti y sin embargo yo ni siquiera la recuerdo!

  • Eres el heredero de un imperio y ella igual, acepta el trato e intenta hacerla feliz.

  • Pero Emmet tu y yo tenemos casi los mismos derechos en Cullen's Financials y sería lo mismo,

  • No Eddy ya te lo he dicho ella no era para mí.

  • ¿Qué quieres decir con eso?

  • Lo sabes perfectamente ¡Olvidalo! Eres un hombre afortunado.

  • Pero si ni siquiera la conozco Emmet y cuando las cosas empiezan a la fuerza no suelen salir bien.

  • Pues entonces no luches, dejate llevar.

Estaba seguro que a él no le habría importado estar en mi lugar, sin embargo se había negado a que ni siquiera se lo comentara a mi padre.

La puerta de la sala de juntas se abrió detrás de mi y el asiento que estaba a mi lado fue ocupado por una chica vestida con vaqueros pitillo, converses azules, camiseta blanca anudada a un lado, gafas oscuras y una gorra por la que escapaba una larga cola de caballo de color castaño. Bella había llegado.

  • ¡Cariño por fin has llegado!

  • ¡Papá, Carlisle!

  • ¡Bienvenida Bella!

No se había dirigido a mi, ni siquiera una mirada, nada.

  • Tienes el contrato ahí mismo, leelo cariño

  • ¿Para qué? ¿acaso tengo otra opción?

  • Señorita Swan, - habló su abogado - tiene que leerlo antes de firmarlo por si hay algún punto en el que no está de acuerdo.

  • ¡Papá! ¿hay alguna cosa por la que debería preocuparme a parte de que me obligas a casarme con un completo extraño?

  • Bella, no es un extraño, os conocéis desde niños además ya hablamos de esto hace un tiempo...

  • Nos nos hemos vuelto a ver desde hace 11 años y eramos niños, ya entonces ni si quiera nos llevábamos bien, así que …. es un completo extraño para mí.

  • No hay nada extraño Bella. - dijo mi padre - solo que a partir de hoy mismo deberéis de ser discretos con lo que hacéis cuando salgáis por ahí, pasado mañana el anuncio de vuestra boda estará en todos los tabloides, necesitamos algunas fotos vuestras, algunas juntos, hemos organizado una cena mañana y os harán algunas fotos que filtraremos a la prensa.

  • No hay problema, no suelo ser carnaza de la prensa amarilla, creo que no es de mi de quien te tienes que preocupar Carlisle.

Resoplé al oír aquello, parecía doña perfecta.

  • ¿Así que mis días de soltero han acabado desde ya?

  • Hijo, ya hablamos de esto en su momento. Después de la boda si eres discreto puedes volver a salir, pero tienes que evitar a la prensa y los paparazzis, no puedes avergonzar a Bella ni a nosotros con indiscreciones, no es bueno para nadie.

  • Para los negocios querrás decir.

  • Son también los tuyos Edward.

  • Tienes razón, no te preocupes, me portaré bien. - Oí una risita y me giré para mirarla, pero nada, ni si quiera se volvió. Cogí el bolígrafo y firmé.

  • ¿Bella? Cariño lee y firma, y así podemos irnos a comer.

  • ¡Si quieres te hago un resumen! - le dije.

Ignorándome por completo cogió el bolígrafo y firmó.

  • Papá, con respecto a la comida... casi que paso. ¿Nos vemos a la noche en mi apartamento?

  • Pero Bella, hemos reservado en un buen restaurante y creo que sería una buena oportunidad para que os fuerais conociendo y hablarais un poco.

  • Hoy no papá.

Se levantó y sin despedirse se marchó.

  • Lo siento Edward, Carlisle...

  • No te preocupes, mañana en la cena tendrán tiempo, además, estará Alice y Esme y será más llevadero.

  • Pues si no os importa yo también “paso” de la comida, os dejo para que habléis de vuestras cosas. ¿Charlie, papá?

  • Adiós hijo mañana nos vemos.

  • Adiós Edward, y espero puedas disculpar a Bella, no ha sido un buen comienzo.

  • La verdad, no se que esperabais.- entonces fui yo el que me levanté y me marché.


MAY CULLEN



5 comentarios:

Scarlett Sugar Fairy dijo...

Muy bueno.

SIento pena por Emmett. =D

nydia dijo...

Hola ,me encanta esta nueva historia y dios por lo visto tenemos a una Bella revelde y a un Ewdar mujeriego eso estará genial ...Sigue asi...Besos...

dracullen dijo...

se ve muy interesante kiero seguir leyendoooo!!! :D

dracullen dijo...

se ve muy interesante kiero seguir leyendoooo!!! :D

paty dijo...

Hola no se podia esperar menos de Bella despues de la manera en que la trataron en el pasado es logico que se sienta resentida y quiera darles un poco de su propio chocolate me gustaria tambien un bpov para ver que pasa por su cabeza en espera del siguiente capi
saludos y abrazos desde México

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...