viernes, 26 de noviembre de 2010

CAPÍTULO IV





 “NO FALTA DEMASIADO”

-      ¿Acaso esta mujer no hace otra cosa más que trabajar? – me digo con cansancio mientras la observo leer, clasificar  y firmar en una endemoniada torre de papeles, desde la mugrienta terraza.

Dejo de mirarla para observar mi entorno. La platabanda de concreto estaba agrietada desde la primera noche que viene a este lugar. La antena obsoleta…; no creo que alguien con tres dedos de frente espere ver televisión con ese artefacto arcaico; estaba oxidada en su base. Un ventarrón fuerte podría llevarse esa porquería hasta quien sabe dónde. Ojalá y lo hiciera. El suelo que pisaba estaba cada vez más sucio. Y como en New Hampshire es común la lluvia; pues los charcos de agua sucia no se hacen extrañar en este espacio. ¡Qué asco!
Observo con nostalgia mis jeans azules claros, ahora con horribles manchones grises plomo. Son el quinto modelo Armani que daño en estas dos semanas.
Resoplo con rabia.
-      Deberían despedir al maldito conserje. O…- me golpeo el mentón con el dedo índice mientras pienso – me lo puedo comer. Sí. Eso mismo voy a hacer.
Suspiré tranquilo y satisfecho al saber que no tendría que corretear a mi presa. Ya estaba sobre ella literalmente.
Dos horas y trescientos cincuenta resoplidos de aburrimiento después, vi salir a un hombre de apariencia ruda con una escoba, que barría ineptamente la acera en frente de la salida del edificio.
Miré mi reloj.
-      Las veinte con treinta. – susurro y me vuelvo a ver al hombre.
Seguía distraído en sus labores penosas.
Giré y vi que mi humana seguía en lo mismo que desde hace dos horas; así probablemente no me perdería de mucho mientras “atendía mis pendientes”.
Me fui hacia uno de los costados del edificio, por donde estaba la pseudo antena y brinqué sigiloso como un gato hacia la oscuridad del callejón.
Abrí mi don y no escuché a nadie cerca. Varias voces y pensamientos a lo lejos me dijeron que podía proceder con rapidez pero con seguridad también.
Así que me puse la capucha de mi chaqueta mullida azul marino y caminé entre la niebla que descendía densamente sobre Coldwater.
Olí sus fluidos. Normal. Sangre normal. Sin un pizca de algo especial, como un dulzor especial que algunos tenían o algo por estilo. Este ser era más corriente que un coco en una playa.
Suspiré aburrido y proseguí.
-      Buenas noches, caballero. – le dije educadamente al tenerlo cerca.
El muy infeliz ni siquiera subió la mirada para contestarme.
-      ¿Qué tienen de buenas?
-      Muchas. – insistí con cinismo – Es una noche fría y con niebla. Algo sumamente exquisito. No todas las ciudades del mundo tienen este clima delicioso.
-      ¿Has abierto los ojos últimamente? – levantó cara finalmente para dirigirse a mí con más desprecio del que había hecho antes.
Tenía unos ojos saltones, cabello grasiento y en su boca faltaban como una docena y media de dientes. Ahora entendía el estado de la platabanda.
-      Todos los días son iguales en Coldwater, hombre. ¿Acaso tienes problemas?...déjame en paz y sigue tu camino, muchachito. – espetó como si fuese yo el que inspirara asco.
-      Bueno…lamento no poder darle ese gusto, señor. – dije acercándome de a poco. Sentí el extrañamiento en el conserje. – Bueno. La verdad es que no lamento nada. Ni siquiera lo que voy a hacer.
El tipo abrió los ojos como platos de horror.
-      ¿Qué diablos pasa contigo? ¿Alguien te envió? Porque se te mandó, Joseph puedes decirle que ya le tengo la mitad de su dinero. Que me dé una semana y le tendré la otra parte. – lo sentía temblar por dentro.
Daba cortos pasos hacia atrás. Mi sonrisa socarrona se ensanchó de manera que dejó a mis atemorizantes dientes a su vista.
-      No me importan ni tus deudas, ni me envió nadie, ni si le vas a pagar a quien sea. En fin solo me importa que cooperes. – después lo pensé mejor – No eso tampoco me importa. No te dará tiempo ni siquiera a gritar.
El tipo se puso a llorar frente a mí. ¡Fabuloso! Ahora tenía que lidiar con un llorón cobardica.
-      ¡Ay que flojera! – repongo con tedio – Vamos a terminar con esto rápido ¿sí? Tengo cosas mejores que hacer. Espiar a quien va a ser mi compañera eterna y otras cosas que a ti no te incumben. – en ese momento me abalancé sobre él y lo arrastré con agilidad hasta el callejón por cual acababa de salir.
El tipo se retorcía contra mí pecho y me golpeaba con sus codos en las costillas. Intentó patearme en las tibias. Pero tampoco le funcionó porque yo no podía sentir dolor. O al menos no fácilmente.
-      Esto es por mis jeans nuevos. – y lo mordí en la yugular atravesando sus músculos hasta llegar al afluente de sangre. La misma fluyó hasta mí, llenando de vida mi cuerpo. Sentí la calidez y lo débil de los humanos. Era sublime y macabro.
Exquisito y egoísta.
Era bendito y maldito al mismo tiempo.
Separé mi boca y luego le dije al oído:
-      Y esto es por ser tan maleducado. Nunca se sabe con quien te puedes topar en la calle. Quizás ni hubieses sido educado…no. Ni así te hubiese salvado. Dañé demasiada ropa por tu ineptitud. – y lo volví a morder.
El hombre exhaló su último suspiró al cabo de un minuto.

-      ¡Demonios! – digo al entrar a su apartamento de nuevo. Ya estoy aburrido de esperar noche tras noche por ella. Pero conforme tiempo siento que aún ella no está lista para ser transformada.
Esta vez entraba no para buscar algo. Sino para llenarme de su aroma. No quería ir a su trabajo y esperar pacientemente al lado del edificio como fuese un vago a que ella saliera.
Y mucho menos quería lidiar con el tarado de Jacob Black pululando a su alrededor. Me sentía capaz de perder el juicio y sacarlo a pedazos de la oficina de Bella. O algo peor.
Hasta ahora no lo había drenado porque me daba asco tener algo de él dentro de mí.
Son casi las tres de la madrugada y yo merodeo por la casa buscando sin buscar nada en específico.
Aunque en realidad sabía lo que quería.
La quería a ella. A Isabella Marie Swan. Mi presa. Mi humana.
Mi fortaleza y debilidad. Mi todo.
Me voy a su habitación y la observo dormir. Se veía pacífica y perfecta. Su piel se veía cremosa y sedosa a la vez. La escasa luz le confería un aire de misterio y divinidad que jamás había visto en más de un siglo de existencia.
Me agacho sobre ella para respirar su aroma.
Adictivo. Exquisitamente tentador y por encima de todo. Mío. Ese aroma es y será solo para mí.
-      Ya no falta demasiado, mi Bella. Ya no. – le susurro cerca de su cara.
Y como si hubiese sabido lo que le estaba diciendo. Isabella sonrió complacida.
Esperé que fuese una señal de la eternidad que pronto comenzaría.


Bueno…esta vez es más corto…Pero la musa vino a sí mis chicas. Les quiero reiterar la invitación a mi blog personal: http://themoonssecrets.blogspot.com/...desde allí las estaré esperando y compartiendo mis demás historias.
Debo darles las gracias a absolutamente tooooooodas las que se dan a la tarea de comentar cada capítulo que publico y a las que no lo hacen pero me leen también.
Por mencionar a algunas:
-      Ale Pattz
-      A mi Irene Comendador que me sigue en todos lados. Sabes que te amo cielo. Te vamos a extrañar.
-      Twilightmaniaca
-      Laura Frías
-      Dore Cullen
-      Brenda Lautner
-      Nydia
-      Marimar
-      A las “Anónimas”.
En fin a tooooooooodas las que han hecho que me motive a seguir con esto que no creía que le gustase ni a Lullaby.
Besos a todaaaaaaaaaaaaas! Se les quiere.

10 comentarios:

paty dijo...

Hola me gusta la historia espero que el encuentro de Bella con Edward no tarde mucho ya quiero saber si ella siente algo por el
saludos desde México

nashkalight dijo...

wowww segui asiii porq tan poquitooo quiero masss!!! jajaja esta muy buena la historiaaa pero m da ansiass ya quiero q se veannn q nose surgann los rayos y las centellas jajajaj ya se ya se estoy flashando pero q se le va hacer jajajaja cuidateee

Twilightmaniaca dijo...

Mi querida Marie kikis lo haces genial a tu manera!, veo que el lado oscuro y malo de Edward te llama

A la espera de otro capitulo como todas, wa!

Vamos hermosa sigue, queremos saber mas de este Edward!

nydia dijo...

hola estubo fascinante este capitulo y espero q los demas tambien y sigue escribiendo q lo haces geniaaaaalllll no lo dudes xq me tienes fascinada y adicta y porf no tardes en publicar .. Besos desde Ecuador

MariMar dijo...

Aunque haya estado cortico ha estado muy bien!! este fic lo adoro, es mi favorito de este blog jejejeje Y esta vez no te tardaste tanto en publicar así que esperaré con paciencia el siguiente... a saber que pasará cuando llegue la ocasión en que tengan que hablar los dos cara a cara xDD!!!! sigue así que vas muy bien!! besazos!

dracullen dijo...

genial capitulo nuevo!!! me encanta esta histria, y bueno aki vimos a edward "en acción" me gusta ese toque de malicia, espero leerte pronto , saludos :D

Carolina Gómez dijo...

increíble!, amo esa forma de ser de Edward con Locura al igual que tu forma de escribir,ambas son Fascinantes y atraen mucho.


Espero con ansias el siguiente, Marie. y quisiera saber si has leído alguna vez La saga Hush Hush... solo por curiosidad.

Solo me queda decirte suerte con este proyecto y publica pronto!

Saluditos desde Colombia
Tati Gómez

Marie C. Mateo dijo...

TATI!!! déjame decirte que estás ante una total y absolutamente "PATCHMANIACA" me lei hasta Crescendo..y sigo una parranda blogs de hush hush...ntra en mi blog y verás cuanto queda para la publicación de Tempest...

http://themoonssecrets.blogspot.com/

PD: besos por ese comment tan genial...

Anónimo dijo...

Hola Marie, ya sabes aquì apoyante, gracias por la menciòn.
El capi estuvo corto pero significativo, me pregunto como reaccionara Bella con este Edward tan egoìsta, ya de por sì el que sepa que es un vampiro va a ser difìcil de aceptar, en la historia original ayuda el que Bella sepa que Edward y su familia no dañan a la gente, pero con este Edward es diferente, por ahora està perdido en su egoìsmo y no sabemos cual es la razòn, como que este fic lo ùbicaste en la epoca oscura de Edward cuando deja a Carlisle. Pero, ¿seguira asì?
De verdad que me gusta el fic, no dudes de ello, sigue escribiendo y nosotros leyendo. Saludos y besos.
Te visitarè en tu blog para leer tus demàs historias. Bueno ya corto el pergamino. Adiòs.

AlePattz

Lumy Cullen dijo...

Chica me ha encantado el capí. Deseo que Bella y Edward se conozcan. Ya me encuentro un poco impaciente. Edward con algunas de sus ocurrencias me hace reir mucho. Él es sobre todo encantador!!! Espero el próximo, te envío muchos saludos!!! Me encuentro adicta a este fic.!!!

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