jueves, 4 de noviembre de 2010

Capitulo 3 Ataques de ansiedad



ATAQUES DE ANSIEDAD


Cuando salí de la ducha vi que Alice aun no se había levantado y que llegaría tarde a trabajar.

Trabajaba en una clínica veterinaria como auxiliar solo por las mañanas pero su horario comenzaba en menos de ¾ de hora y si no se daba prisa no llegaría a tiempo.

Decidí llamarla al ver que no se levantaba.

  • ¿Alice? - llamé a su puerta, pero no contestó así que a mi pesar entré.

Seguía tal y como la había encontrado y me resultaba muy incómodo estar allí con ellos desnudos.

  • ¡Alice! ¡Llegarás tarde al trabajo! - se dio la vuelta dejando expuesto a su acompañante nocturno a mi vista el cual que ni si quiera abrió los ojos.
  • ¿Qué hora es?
  • Son ya las 8 y cuarto, no llegarás si no te das prisa.
  • ¡Oh mierda! La cabeza me va a estallar, ¿me puedes preparar un café bien cargado?
  • Si ahora mismo voy, pero despierta a éste y dile que se vaya ¡por favor!
  • No te preocupes, saldrá por la puerta a la vez que yo.

Me preparé el desayuno con intenciones de volver a meterte a la cama después, pero a los 20 minutos en vez de oír la ducha escuché una sinfonía de gemidos y jadeos que provenían del cuarto de Alice.

Esta vez su jefe no se lo iba a pasar por alto.

A las 9 menos cuarto les oí reírse en la ducha y a las 9 ( hora en la que debía estar trabajando) comenzó a secarse el pelo y a arreglarse.

  • ¡Hola! Soy Jasper.

Casi me caigo de la silla de la cocina al oír aquel saludo, era el amigo de Alice que había entrado en la cocina en vaqueros, descalzo y sin camiseta.

  • Hola – le contesté sin presentarme, lo más probable es que no volviera verle la cara, así que no le interesaba mi nombre.
  • Vengo a por el café de Alice, ¿podría tomarme uno yo también?
  • No, no puedes.
  • ¡Ummm! Vaya que arisca, perdona si te molesto con mi presencia.
  • Me eres indiferente, pero te pediría que cuando Alice salga por la puerta tengas la amabilidad de acompañarla, quiero meterme en la cama y no quiero que andes por aquí.
  • Tranquila, me voy enseguida, estar cerca de ti me produce frío, aunque por lo que veo a habido alguien que ha sabido derretirte.

Me llevé la mano al cuello, con el calor que hacía iba a tener que ir a trabajar con un pañuelo al cuello para que no se vieran las marcas que llevaba.

Sin contestarle le di la taza de Alice y uno de sus bollos preferidos y me giré.

Recogí todo lo del desayuno y esperé a que se fueran.

A las 9 y media salían por la puerta y me eché a dormir.

Me levanté lo justo para comer algo y e irme a la tienda de complementos en la que trabajaba en turno de tarde de 4 a 10 de la noche.

Alice me llamó diciéndome que su jefe le había dicho que si no recuperaba las horas el Sábado la despedía, así que de nuevo iría sola a la playa.

Ella por lo general no trabajaba nunca los Sábados pero yo si, Alice tenía suerte en todo lo que le pasaba, hasta en encontrar mejor trabajo. Sabia que no debía envidiarla por que a pesar de todo era una gran amiga, hermosa por fuera si, pero también por dentro, hablaba quizás demasiado y no precisamente de ella y cuanto un hombre se cruzaba entre nosotras, yo... bueno, simplemente desaparecía.

Me pasé el fin de semana rememorando aquella noche, he intentando no olvidar aquel rostro que seguramente me perseguiría en sueños durante mucho tiempo.

Alice se percató de mis marcas y me asedió a preguntas, que me vi forzada a contestar con mentiras.

Era mi amiga pero no sabía por que, no quería que supiera lo de esa noche, era como si quisiera guardarla solo para mi.

Ella sin embargo me contó detalles que habría preferido no saber de su querido Jasper, al cual no le había pedido el teléfono, ni él a ella, sin embargo suspiraba por volvérselo a encontrar. Parecía que le había llegado un poquito al corazón y todo, ya que coleccionaba hombres como quien colecciona cromos.

Me negué a salir ese fin de semana, aun tenía que recuperarme de lo del jueves y como el verano había comenzado fuerte había mucho trabajo en la tienda y acababa muy cansada, por supuesto Alice se enfadó, le habría gustado salir al menos el Sábado por si Jasper aparecía.

El lunes como todas las mañanas fui a la playa y para mi sorpresa recibí una visita en mi pequeña parcela de arena.

  • ¿Bella?

Levanté la mirada y para mi sorpresa era el tal Jasper

  • Vaya ¿cómo tu por aquí?
  • Estaba dando un paseo y me pareció que eras tú ¿donde está Alice?
  • ¿Alice? Trabajando.
  • ¡Ah, ya! Así que ¿no suele venir a la playa?
  • ¿Qué quieres?
  • Me llamo Jasper.
  • Lo se
  • ¡Vaya! No te caigo bien
  • No te conozco, no me caes ni bien ni mal.
  • ¿Podrías darme el teléfono de Alice?
  • No
  • ¿Por qué?
  • ¿Me darías el teléfono de algún amigo tuyo sin su consentimiento?
  • No, supongo que no
  • Pues por eso te digo que no.
  • Está bien. Había pensado en salir algún día a tomar algo una hamburguesa o pizza tal vez, podríamos quedar, tengo un amigo...
  • ¿Qué? - le interrumpí- ¿que te hace pensar que necesito que me arreglen una cita?
  • Yo no pretendo arreglarte ninguna cita, Edward me mataría si hiciera eso.
  • Chico inteligente, creo que ya me gusta sin conocerlo.
  • Bella por favor no me lo pongas difícil, no suelo ir pidiendo teléfonos de chicas, más bien me ocurre todo lo contrario.
  • Mira Jasper, dame tu teléfono y si ella quiere, te llamará, pero respecto a salir con tu amigo....
  • Bella, no te pido que salgas con nadie, no conocemos a nadie por aquí y se me había ocurrido que podríamos salir el miércoles o el jueves como amigos, ir a una bolera o al cine.
  • Ya claro como amigos después de lo del otro día, te recuerdo que estabas en mi casa con bastante menos ropa que la que llevas ahora, no creo que podamos ser amigos, al menos tu y Alice. Además yo trabajo hasta tarde, mejor quedas con ella tu solo.
  • Bueno tu dale mi número ¿OK? Pero solo a ella. Y de lo demás ya hablaremos. ¿Se lo darás?
  • ¡Te lo prometo!
  • ¿En serio?
  • Si y largate ya que me estás quitando el sol y luego tengo que ir a trabajar.
  • Muy bien, toma.

Me dio su número y lo guardé en la cartera.

Me caía bien ese Jasper, al principio me pareció el típico ligón pero ese detalle de insistir en salir incluso incluyéndome a mi con lo mal que lo había tratado me hacía gracia.

Alice iba a alucinar, pero no le daría el nº hasta la noche, que sufriera un poco.


Cuando llegué a la noche del trabajo Alice estaba tirada en el sillón viendo una serie de la tele, había pedido comida china y estaba esperándome para cenar.


  • ¡Ya era hora Bella! Estoy hambrienta.
  • Ya sabes, los de última hora como siempre.
  • Vamos a cenar, te he pedido los fideos de arroz que tanto te gustan.
  • Deberías probar a cocinar, no nos conviene gastar nuestros recursos de fin de semana un lunes.
  • Solo es hoy, estaba deprimida y no tenía ganas de nada, te eché de menos.
  • Pues yo tengo buenas noticias, no te enfades ¿vale?
  • ¿Enfadarme por qué?
  • Por no haberte dado esto antes, no quería que corrieras desesperada a llamarle y que parecieras ansiosa por quedar.
  • ¿Pero de qué estás hablando? - miraba el papel con el nº de teléfono sin entender nada.
  • Es el número de Jasper. Me pidió el tuyo pero le dije que no se lo podía dar, que no tenía tu permiso.
  • ¿Qué no tenías mi permiso? Pero si sabes que estoy deseando volver a verle.
  • Oh vamos Alice, hazte un poco la dura.
  • Me acabas de alegrar el día. - Y me dio un abrazo y un beso en la mejilla.
  • Me alegro, pero al menos espera a llamarlo mañana por favor.
  • Si, mañana le llamo cuando salga de trabajar.

Le conté la propuesta de salir también con su amigo y para mi sorpresa le encanto la idea, yo habría jurado que habría preferido hacerlo a solas, pero no.


El martes cuando llegué de trabajar Alice ya había quedado de tal manera para ir a buscarme a la salida del trabajo del miércoles e ir a una bolera en la que daban Hamburguesas, por si se hacía muy tarde. Pensé en que no era buena idea, pero me convenció asegurándome que Jasper le había dicho que su amigo era muy buen chico y que también se había mostrado reticente a quedar con nosotras, que nos diéramos una oportunidad el uno al otro.

Que más daba ya.

La noche en cuestión Alice me vino a buscar al trabajo y casi echó a los clientes de última hora mientras mi jefa me miraba con mala cara. Durante el trayecto hasta la bolera no paró de criticar mi vestuario, me había puesto unos vaqueros ajustados y una camiseta de cuello de barco que dejaba mis hombros al aire con unas All star, ella sin embargo iba imponente con una minifalda muy estrecha y una camisa semitransparente con zapatos de tacón, ¿pero no ibamos a una bolera? Se iba a tener que quitar esos taconazos en cuanto pisara la pista, pero no parecía percatarse de ello.

Pasé de ella, yo no iba a lucirme, tan solo comería una hamburguesa y perdería a los bolos como siempre.

Cuando llegamos Jasper ya estaba esperándonos pero estaba solo.

  • ¡Jasper!- le llamó Alice.
  • Alice estás preciosa. - y la besó en la mejilla.
  • ¿No me digas que tu amigo se lo ha pensado mejor? por que me doy la vuelta y me largo. - le dije.
  • Nada de eso, está en la barra pidiendo una cerveza, llegáis tarde.
  • Si no recuerdas estaba trabajando, cabía la posibilidad de que llegáramos tarde.
  • ¡Ey chicos! ¡No discutáis!
  • Lo se, pero empezaba a pensar que nos habíais dado plantón.

Mientras hablaban yo intentaba averiguar quien podía ser el tal Edward, hice un repaso a la barra y no vi más que un chico que estaba solo, ya que los demás conversaban con más gente, debía ser él. Era alto y delgado, llevaba una camiseta por fuera del pantalón de color azul con un vaquero muy desgastado y unas zapatillas Adidas negras. El pantalón se le escurría del trasero, fui subiendo y me fijé que en su cuello tenía un lunar, llevaba el pelo corto por la nuca y parecía que algo más largo por arriba, igual el chico no estaba mal y todo.

Jasper nos acompañó a la mesa que habían cogido y fue a buscar a su amigo.

Entonces mientras me sentaba le vi girarse y mirar hacia donde estábamos nosotras, mi corazón empezó a latir como si se me fuera a salir del pecho. ¡No podía ser, ¿tan solo se parecía o yo estaba obsesionada? No, no podía ser él, no tenía aquella barba tan solo la sombra de no haberse afeitado en un par de días y el pelo lo llevaba más corto. Su mirada no delataba sorpresa alguna y sus ojos... esos ojos que no había logrado ver a la luz del día, tenían un color extraño. Mi respiración comenzó a fallarme, ¡mierda!

Iba a tener uno de mis malditos ataques de ansiedad, me miró y estaba segura que no sabía quien era, pero sus ojos brillaban divertido, seguro que estaba con la boca abierta o algo así, estaba algo lejos aun, así que salí corriendo de allí hacia los aseos murmurando un ahora vuelvo. No podía respirar, intenté calmarme, el aire no me llegaba a los pulmones. - Respira Bella, no sabe quien eres eso seguro, respira – me decía a mi misma.

Me miré al espejo, estaba toda acalorada y una fina capa de sudor frío cubría mi frente. Mis manos estaban apoyadas en el lavabo, parecía que se me iba pasando, tenía que aparentar que no nos conocíamos solo tenía que serenarme y salir allí. Me ajusté la coleta, refresqué mi rostro... el aire empezaba a circular por mis pulmones, estaba pasando, ya casi estaba.

  • ¿Bella? ¿Te encuentras bien?
  • Si Alice, ya salgo.
  • Dejame entrar anda.
  • Ya voy.- le abrí la puerta
  • Vamos Bella, ese Edward no está nada mal .- si tu supieras , pensé para mi.
  • ¿En serio? ¿lo vas a cambiar por Jasper?
  • ¿No? de ninguna manera, esta bien pero no como Jas
  • ¡Ahhh! ¿Ahora es Jass?
  • Si, jajajajajaa! - se rió
  • Ya verás son muy simpáticos, lo pasaremos bien.
  • De maravilla, seguro – le dije con ironía.

Cuando llegamos a la mesa, el tal Edward no levantó la cabeza, estaba entretenido con su móvil, cuando notó nuestra presencia se levantó a presentarse y saludarme.

  • ¡Hola soy Edward! -y me estrechó su mano, aquella mano que tanto placer me había proporcionado, aquellos dedos largos y suaves, mi piel se erizó con su contacto, o quizás por mis pensamientos no lo se.
  • Yo Bella. - apenas susurré.
  • Encantado de conocerte. - me dijo algo serio.
  • Lo mismo digo.

Pedimos unas hamburguesas y comimos mientras Alice y Jasper llevaban todo el peso de la conversación. Yo apenas levantaba la mirada del plato, ni si quiera sabía de que hablaban. Estaba allí, cerca de él, casi podía olerle.

  • ¿Fumas? - oí decir, y levanté la mirada, se estaba dirigiendo a mi.
  • No, no fumo, ¿aquí se puede fumar?
  • ¡Eso parece! - entonces me di cuenta que el local estaba lleno de humo.
  • ¡Ya veo!
  • No eres muy habladora ¿verdad?
  • No. -dije.
  • Pues es casi mejor Edward por que cuando habla no es muy amable que digamos .- soltó Jasper, y yo le fulminé con la mirada
  • Bella solo habla si lo cree estrictamente necesario, ya hablo yo por las dos. Vamos Bella animate anda.
  • Y ¿que quieres que diga?
  • Cuéntanos quien te hizo esas marcas en el cuello el otro día. Es tan reservada que ni a mí, su mejor amiga me ha contado quien le hizo eso la Noche de San juan.
  • No creo que a nadie le interese mi vida sexual Alice, pero si quieres puedes hablarnos de la tuya. - le dije enfadada, probablemente estaría roja como un tomate.
  • ¿En que trabajas?- Me preguntó Edward
  • En una tienda de regalos y complementos cerca de la playa.- agradecí su interrupción.
  • ¿Estudias?
  • ¿Es por mantener una conversación o realmente quieres saberlo?
  • ¿No ves Edwrad? Está mejor calladita – comentó Jasper
  • Bueno... por las dos cosas. -dijo Edward.
  • Bella estudia interiorismo. - soltó Alice – y le va realmente bien, yo estoy haciendo veterinaría y estamos trabajando en verano para sacarnos un dinero, yo tuve suerte y me contrataron para las vacaciones del personal en el centro en el que hice las prácticas este año.
  • Si, la chica de la suerte es Alice. - comenté yo. - ¿y vosotros? ¿Que hacéis?
  • Yo estudio derecho y Edward arquitectura. Ha acabado ya con proyecto y todo, estamos esperando si todo le ha ido bien, y estamos de vacaciones en el apartamento de sus padres.
  • Tenemos lista la pista ¿jugamos? - dijo Edward - ¿cómo nos organizamos?
  • Yo con Jasper que no quiero perder – se levantó Alice corriendo.
  • ¿Entonces hacemos pareja Bella? - me susurró Edward.
  • Si no te importa perder...!
  • No, no me importa. - y me sonrió. Casi me derrito, no podía dejar de verle con su torso desnudo revolcándonos en la cama - ¿Tan mal se te da?
  • No, peor todavía. - Soltó una carcajada y se preparó para tirar.


El tiempo se pasó deprisa. Perdimos por poco gracias a él naturalmente por que yo apenas lograba tirar 3 o 4 bolos en cada turno. Comencé a sentirme a gusto, y cuando ya era la hora de irse a casa, se fueron a pagar la cuenta y cuando volvieron nos propusieron quedar el viernes cuando yo saliera de trabajar para ir la cine.

Yo no tendría tiempo de cenar pero, insistieron en ir a la sesión de madrugada si hacía falta.

Acepté encantada, quería tenerle cerca aunque solo fuera para mirarle de reojo, y me gustó que quisieran quedar con nosotras de nuevo.

Su comportamiento fue muy correcto en todo momento y aunque Alice y Jasper no se hicieron demasiados arrumacos se les notaba en la mirada que se deseaban.

Nos acompañaron a casa y quedamos en que me irían a buscar todos a la tienda el viernes.

Me arreglé algo más, de hecho Alice me lo exigió, me puse una camiseta de tirantes con una falda vaquera y unas sandalias de dedo. Me dejé el pelo suelto y me maquille algo más de lo habitual.

La tarde en el trabajo fue agotadora, a parte de que un par de tipos se estuvieron toda la tarde paseando por delante de la puerta, y temí que quisieran atracarme.

Cuando llegaron sentí gran alivio.

Por supuesto Alice parecía que iba a una fiesta de la Jet set, Jasper iba de vaqueros y camiseta y Edward llevaba unos Dockers con una camisa tipo militar gris de manga corta y y varios de sus botones sin abrochar, por su pecho asomaba su vello broncíneo y sentí como el calor se concentraba en mi entre pierna, ¡por Dios! Pensé, ¡si solo es vello!

Nos comimos unas pizzas y fuimos a ver una peli de acción. Alice y yo nos sentamos juntas y ellos a nuestro lado. En un momento dado yo tenía apoyado el brazo en el reposabrazos y él colocó el suyo y al rozarme aparté el mío, entonces cogió mi mano y volvió a colocar mi brazo donde estaba y el retiró el suyo, le miré y el solo me sonrió.

Alice y Jasper comenzaron a cuchichear y removerse en los asientos y cuando les llamaron dos veces la atención Alice se levantó y se me dijo que se iba al baño, y al minuto le siguió Jasper. A la media hora o así volvieron juntos riéndose y agarrándose de la cintura. Cuando se sentaron Edward se acercó y me susurró al oído:

  • ¡Parece que lo han pasado bien!

¡Madre mía! pensé. Ya solo ese susurro me había puesto a cien y encima me insinuaba que estos dos venían de echarse un polvo.

  • Si, eso parece.- Y seguí mirando a la pantalla.

La película acabó en 10 minutos, ya era bastante tarde pero como el sábado no trabajaba nadie (tan solo yo, pero a la tarde) decidimos echar una copa a un club. Bebimos un par de combinados y Alice y Jas nos propusieron ir a un local privado.

  • ¡Bueno es idea de Alice!
  • Si pero es una sorpresa.
  • Me das miedo Alice- le dije - ¿adonde nos llevas?
  • ¿Recuerdas a Rick, Bella?
  • Si claro, como olvidarlo, el hombre tatuado.
  • ¡Ese! pues una vez me llevó a este local donde hacen un espectáculo
  • muy interesante que seguro que os gusta, mientras tomamos la última copa, lo que ocurre es que hay que pagar una pequeña entrada.
  • ¿Cuanto?
  • 15 $ consumición incluída.
  • Ok, yo invito a Bella.
  • No es necesario, de verdad llevo dinero.
  • Lo se, pero me apetece hacerlo.
  • Espero Alice, que no hagas que me arrepienta de ir, que te conozco.
  • Descuida Bella, te gustará ya verás. Yo cuando lo vi al principio me impresionó, pero cuando llevas un rato es de lo más natural.

Aquellas palabras me hicieron desconfiar totalmente, y arrepentirme en el acto de ir.

Llegamos en 5 minutos andando, era un callejón con una puerta metálica Blanca. Alice llamó dos veces y un chico bastante corpulento abrió la puerta.

  • Vengo de parte de Rick Sanders.
  • ¡Adelante! el espectáculo acaba de empezar.
  • ¡Genial! Hemos llegado en buen momento.

Pagamos la entrada y pasamos por un estrecho pasillo. Alice y Jasper se adelantaron riendo, y Edward se quedó detrás mía.

El ambiente estaba viciado de humo y alcohol, había chicas y chicos por los suelos hablando y bebiendo. La música apenas se oía, entramos a una gran sala donde había una barra de bar improvisada en un lateral. Había mucha gente alrededor de lo que se suponía era el espectáculo que yo no alcanzaba a ver. Alice pidió unos Mojitos y agarró a Jasper de la mano y se hicieron un hueco. Yo me quedé atrás mientras Edward se acercó a mirar de que se trataba. Le observé mientras lo hacía, bebía despacio de la pajita, su boca absorbiendo me llenó la mente de imágenes lujuriosas, definitivamente estaba enferma, no podía dejar de pensar en el sexo cuando lo tenía cerca. Y eso que me había facilitado mucho las cosas el que no supiera quien era yo.

Su ceño se frunció un par de veces, luego sus ojos se asombraron y luego miraba sin ninguna expresión. Yo tan solo acercaba a ver la cabeza de un chico que parecía no llevar camisa y se besaba con una chica de lado, mientras su cuerpo se balanceaba mirando al frente.

  • ¿De que va esto Edward? ¡Cuéntame!
  • ¡Ummm! Creo que es mejor que lo veas por ti misma.- me dijo sin mirarme a la cara, parecía hipnotizado.
  • No puedo, no llego a ver nada.

Entonces miró a su alrededor y vio una caja vacía ce cervezas. La tumbo y me hizo señas de que me subiera encima, me apoyé en su hombro y me asomé a ver el espectáculo.

Había una chica, en sujetador quitándose la falda mientras el chico que estaba a su lado estaba desnudo e inclinado... ¡joder!, se estaba tirando a otra chica que estaba a cuatro patas completamente desnuda subida a una especie de sillón enorme redondo. La otra chica se deshizo de sus últimas prendas mientras él le pellizcaba los pezones y se los succionaba, ella le acariciaba y le besaba por donde podía mientras el seguía con su ritmo suave penetrando a la otra. Entonces la nueva chica se puso al lado de la otra en la misma posición, se acercó a ella y la besó en la boca mientras el chico introducía sus dedos en su vagina.

Tuve que tragar saliva, ¡madre mía! ¿pero que tipo de espectáculo era este? De nuevo empecé a notar un sudor frío por mi frente y una excitación tremenda, miré a mi alrededor y la gente bebía, reía y miraba como si nada. Edward llevaba su bebida a los labios y seguía igual, como si estuviera viendo la tele o algo así.

Volví mi mirada de nuevo a la escena que se desarrollaba allí, el chico seguía con la chica de antes mientras entre ellas se acariciaban y besaban, entonces sacó los dedos de la chica y salió de la otra para penetrar a la que se había unido al trío. Entonces me di cuenta que ya no respiraba, me faltaba el aire, me bajé de la caja y salí corriendo por el pasillo hasta encontrar la salida, aire, necesitaba aire, me estaba ahogando.

Ya fuera, me agaché y me apoyé en la pared, empezaba a notar que la cabeza se me iba, me estaba mareando. Intenté controlarme, ¡recuerda como se respira Bella! Recuerda, tranqulízate respira, respira, ya llega el aire, si no te vas a derrumbar aquí mismo, repira, me decía para mi misma una y otra vez.


6 comentarios:

Angie Pattinson dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Angie Pattinson dijo...

YA ESPERABA ESTE CAP. Y NO ME DEFRAUDASTE TE QUEDO WOW...!!! ME ENCANTA COMO DESCRIBES A (EDWARD,ROBERT) Y SABES QUE, ME ESTAS CREANDO UNA ADICCION A SUS VELLOS Y LUNARES,xD...!!! Y NI HABLEMOS DE SUS DEDOS LARGOS PORQUE MI IMAGINACION VUELA Y ME VA A CONDENAR !!!

May dijo...

Se nota que lo amo? jajaja! gracias por tu comentario, me veía un poco sola ultimamente.

Juliana Gómez dijo...

jaja me encanto may, y edward esta ciego o se esta haciendo el estúpido jajaj pobre bells siempre de malas y fue muy maldita con jazz jajaja y no me imagino ir con mi mejor amigos y dos chicos a ver esos shows tan calientes jajaja me daría risa estúpida por la pena ajena y porque es como erotico pero no hay que admitirlo abiertamente asi como asi jajaja

paty dijo...

Hola en verdad te quedo buenisimo quiero saber si realmente Ed no se acuerda de Bella y tambien espero que haya salido tras ella en fin nos leemos en el proximo capi saludos desde Mexico

Lumy Cullen dijo...

El capí estuvo tremendo. ¿Qué pena que Edward no la reconociera? No lo puedo creer o se estará haciendo el que no sabe. Me intriga muchísimo. Por otro lado, que sitio más hot el que les dijo Alice. Me encantó el capí, saludos!!!

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